lunes, 12 de diciembre de 2011

Aprender a aprovechar las oportunidades

Comunicación y Mercado de Trabajo es el nombre de esta asignatura que nos presentaron a mediados de septiembre. ¿Qué nos enseñarán? Esa fue la cuestión que todos los alumnos matriculados seguramente nos hicimos. 

A lo largo del cuatrimestre, hemos aprendido, en primer lugar, que el proceso de búsqueda de empleo, así como el de selección, va mucho más allá de rellenar una hoja con nuestros datos personales y lo que hemos estudiado a lo largo de nuestra vida. Más allá de nuestra formación y nuestras habilidades, debemos explotar al máximo el CV y adaptarlo al puesto de trabajo al que queremos optar. 

Pero... aquí no acaba todo. Una vez entregado el CV, puede que tengamos que enfrentarnos a una entrevista de trabajo. ¿Cómo debemos comportarnos? En la asignatura de Comunicación y Mercado de Trabajo, hemos trabajado algunas de las pautas más importantes a seguir para salir airosos de esta prueba de fuego, que es el cara a cara con el seleccionador. La importancia del lenguaje no verbal es máxima; nuestros gestos, movimientos, miradas... toda una serie de elementos no verbales que determinan en gran medida, y dejan en descubierto mucho más de lo que queremos mostrar. Esto no significa que el lenguaje verbal no sea importante, pero es algo que estamos más acostumbrados a dominar y por tanto, lo tenemos más en cuenta.

¿Y cómo sabemos si el puesto de trabajo al que queremos acceder se ajusta a nuestras posibilidades?

Siempre hay un punto de partida, y en este caso, se trata de identificar a qué queremos aspirar, qué es lo que nos gusta realmente, dónde pretendemos llegar. Una vez que sepamos el perfil profesional que buscamos, ya podremos empezar a trabajar para conseguir llegar a él y prepararnos de la mejor manera posible.

Es cierto que vivimos un momento actual caracterizado por la crisis económica que afecta de manera fuerte a la sociedad española y en definitiva, al empleo. Muchos españoles tienen que emigrar para ganarse la vida fuera del país y poder salir adelante. Aunque hay situaciones críticas, como la actual, es cierto que con una actitud proactiva y otras capacidades como la creatividad, la responsabilidad y la competencia en el empleo, pueden ayudar a que los efectos en el ámbito laboral sean menores. También debemos asumir el poder de Internet y las redes sociales como generador de nuestra imagen pública.

¿Cuáles son las formas de darnos a conocer? ¿Estamos controlando la información acerca de nosotros que aparece en Internet?


Las redes sociales han supuesto un antes y un después a la hora de elaborar un perfil profesional y mostrar una imagen de nosotros mismos a cualquier persona que accede a éstas. Mediante el egosurfing podemos comprobar qué es lo que se conoce de nosotros en la Red, cómo aparecemos, en qué tipo de páginas, con qué contenidos. Esta es una cuestión verdaderamente importante desde el ámbito laboral, pues cada vez son más las empresas que acuden a la red para saber algo más sobre las personas que aspiran a ocupar sus puestos de trabajo, o incluso, las personas que ya forman parte de su organización.
Por este motivo, debemos intentar que con cada uno de nuestros movimientos en la Red, estemos teniendo en cuenta la repercusión de los mismos.


No obstante, cuando hablados de Internet respecto a la búsqueda de empleo, no hemos de obviar que es una importante puerta abierta al mundo laboral. Cada vez son más las páginas web que ofrecen la exposición de nuestro perfil profesional para que miles de empresas, puedan ponerse en contacto con nosotros. Algunas de estas páginas web son las siguientes: Linkedin, Jobandtalent, Viadeo o Xing.


A lo largo del cuatrimestre también hemos contado con la visita de personas que nos han contado de primera mano, el proceso de selección en una entrevista de trabajo y sus experiencias laborales antes de haber llegado al lugar en el que están, tal es el caso del responsable de recursos humanos de FNAC de Alicante, Manuel Pérez Gil.


En definitiva, esta asignatura a nivel personal me ha permitido conocer de primera mano cómo funciona el mundo laboral y qué puedo hacer para que mis intentos de acceder a un puesto de trabajo no queden en un cajón. Igualmente, he adquirido soltura a la hora de expresarme a través de cada un de mis entradas del blog y me han permitido desarrollar cada una de las reflexiones planteadas en la asignatura desde una perspectiva más profesional en un blog de trabajo. Por último, si hay algo que  sin duda me llevo, es que hay que aprender a aprovechar las oportunidades al máximo, para no dejar escapar el puesto de trabajo de nuestros sueños.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Lo que no decimos con palabras

El ser humano entiende la comunicación como un elemento indispensable para relacionarse con su entorno y sobrevivir. No obstante, no siempre podemos usarla de la misma manera, sino que lo hacemos en función del contexto o situación comunicativa en que estemos.

El problema radica en el hecho de que creemos que dominamos nuestras palabras y lenguaje verbal cuando queremos expresar algo, y casi siempre es así, pero ¿qué ocurre con el no verbal? Es prácticamente imposible hablar sin gesticular, sin expresar algo más sin utilizar palabras, y por tanto, es algo que deberíamos aprender a dominar con soltura para que lo que llegue a la gente acerca de nosotros sea lo que nosotros queremos hacer saber.

Una de las ocasiones en las que debemos controlar al milímetro nuestro lenguaje no verbal es en una entrevista de trabajo. Desde el momento en el que llegamos al lugar de la entrevista, debemos mostrar coherencia entre nuestras palabras y nuestros gestos y/o movimientos. De la misma manera, nuestra vestimenta también dice mucho de nosotros, por lo que debemos ajustarla siempre al puesto de trabajo que queremos obtener.


En el momento del saludo, debemos estrechar la mano con seguridad, pero con una fuerza moderada a la vez que miramos al entrevistador. Una vez finalizado el saludo, debemos esperar a que nos ofrezcan el asiento.

Hay que evitar distraer al entrevistador con los movimientos de manos, la mejor forma de mostrar autoridad es entrelazando los dedos. Igualmente, debemos evitar gestos que son claras muestras de inseguridad, tal es el caso de tocarse el pelo o la oreja.

Con la postura que escojamos a la hora de sentarnos, también vamos a expresar lo suficiente como para que el entrevistador se haga con una imagen nuestra, que en muchos casos, puede discernir de la real. Es importante mantener una postura formal pero natural, evitando mostrar aburrimiento y a la vez inseguridad o incomodidad.

En cuanto a la mirada, los ojos son el espejo del alma, y por tanto, debemos intentar mirar al entrevistador directamente a los ojos, que vea que tenemos confianza en nosotros mismos, una mirada vale más que mil palabras.

En definitiva, conseguir o no un puesto de trabajo al que queremos optar depende en gran medida de lo que nosotros mismos mostremos acerca de nuestra personalidad, es por esto, que es importante saber a qué empresa nos dirigimos y qué es lo que buscan, para adaptar nuestra comunicación (verbal y no verbal) y adaptar nuestra imagen al perfil profesional que están buscando.